«¿Cómo debe presentarse mi idea de negocio con confianza y entusiasmo, ante clientes o un grupo de networking, en pocos minutos?»
Es la pregunta del millón. Millones de emprendedores y empresarios se siguen haciendo esta pregunta hoy en día… Y este artículo de Meetwork te dará las claves para hacerlo correctamente.
¿No sabes como debe Presentarse una Idea de Negocio en pocos minutos?
¿No estas seguro como Presentarte ante clientes con Confianza y Entusiasmo?
¿Es tu primera vez Presentadote ante un Grupo de Networking?
En este artículo te dotaremos de herramientas y consejos para que sea más exitosa tu participación en un grupo de networking.
¿Tengo que hablar? ¿Qué digo?
¿Tengo que llevar algún material? ¿Entrego tarjetas?
¿Por qué no me miran cuando hablo? ¿Por qué siento que no me están escuchando?
¿Es normal que me ponga tan nervioso cuando tengo que presentarme?
¿Que me olvide de lo que iba a decir?
¿Es normal que me quede en blanco cuando me toca exponer mi presentación?
¿Que se me seque la garganta cuando voy a hablar?
¿Cómo puedo hacer que mi presentación sea más eficaz o efectiva?
Que el corazón se acelere, que se te humedezcan las manos, que te quedes casi sin aire, que se te seque la boca es normal.
Si es normal. Aprovéchalo.
Normalmente, interpretamos esos cambios físicos como señal de que no podemos, nunca podremos, lo vemos como un sufrimiento. Pero, en realidad, nuestro cuerpo se está cargando de energía para afrontar el desafío.
Al latir rápido su corazón se estaba preparando para la acción y al respirar con más intensidad estaba llegando más oxígeno al cerebro.
Los participantes que aprendieron a ver el estrés como una ayuda para su rendimiento estuvieron menos ansiosos y actuaron con más seguridad.
Identifica cual es tu intención, qué quieres lograr en las personas que están frente a ti.
Casi nunca nos planteamos qué queremos que haga la gente que nos está escuchando. Encontrar ese qué, la acción que queremos provocar es fundamental para estructurar tu minuto de presentación.
Que nos pregunten o que se interesen por mi producto o servicio. Ese puede ser el objetivo.
Tienes que tener identificada la acción con anterioridad a tu presentación.
Tienes que tener identificada la razón de lo que haces. Piénsala bien, escríbela y tenla presente. No la pierdas de vista mientras elaboras tu minuto.
Lo que hagas con tu cuerpo te incita a una actitud. Tu postura corporal no sólo cambia la perspectiva que otros tienen de ti, sino que, inmediatamente, cambia la química de tu cuerpo y, por lo tanto, la manera en la que te sientes y las cosas que haces.
Un reciente estudio ha demostrado que adoptando una posición de poder durante tan sólo dos minutos, aumentamos los niveles de testosterona de nuestro cuerpo -la hormona masculina, la que incita al riesgo y la aventura- y disminuimos los de cortisol –la hormona del estrés-.
Así que, antes de hablar en público -y mientras lo haces- coloca tu cuerpo en posición de poder, para sentirte más confiado y mejorar tus posibilidades de éxito.
De pie, delante de la silla, con las manos al costado del cuerdo o con gestos de tus manos suaves pero seguros:
Tranquilo. No se acordarán, y eso es lo que no quieres. Debes lograr que se acuerden de ti para obtener buenas referencias.
“Siempre tengo que pensar el mensaje de antemano”. Es garantía de hacerlo infinitamente mejor.
Si conoces el sitio donde vas a hacer dicha presentación, visualízalo y piensa qué vas a hacer en ese momento, qué te vas a encontrar o cómo te vas a sentir en ese espacio. Puedes salir al frente, si así lo deseas.
No se trata de todo lo que puedes decir, no se trata de que des tanta información (recuerda que eso es interesante para ti y algunos pero no para la mayoría).
De lo que se trata cuando hablas en público no es de quedar como un libro abierto, sino de lo que tu interlocutor pueda retener.
Y tu interlocutor -si de verdad haces que te escuche- puede retener dos o tres ideas en media hora. Así que imagínate lo que puedes transmitir en uno o dos minutos y el arte que debes emplear en ello.
Centra tu discurso en un pilar fundamental y pivota todo el tiempo de exposición sobre eso.
Si no, corres el riesgo de que la gente recuerde cosas triviales. Aconsejo repetir tres veces la palabra fundamental del mensaje.
Recuerda que tienes que dejar claro el valor que le aportas a la persona o empresa que te van a referir
Ponte en el lugar del otro. Imagina que eres tú el que está sentado frente al orador.
Intenta no marear con el mensaje fundamental, sé claro con el mensaje. Tienes que ofrecerles algo que mejore lo que saben, lo que hacen o lo que sienten, a él a alguien.
Si lo encuentras, ganarás y ganará todo tu auditorio.
Escucharte será enriquecedor. Porque habrás sido útil para los que te escuchan. Y te recordarán.
Para contar, aunque sea poco, tienes que saber mucho. Doy por hecho de que sabes de lo que hablas.
Se entrega al finalizar la presentación de todos los miembros e invitados o antes de empezar la reunión.
Y no, no para gustar -aunque ese sea el efecto colateral.
Ponte guapo para sentirte mejor, para sentirte bien contigo mismo, para ofrecer la mejor versión de ti mismo, para hacerlo mejor.
Igual que hemos visto con la postura corporal, la ropa -sentirnos cómodos con la ropa que llevamos- nos da seguridad.
Ponte esa vestimenta que te hace sentir más seguro/a, este es tu día para conquistarnos y para que pensemos en ti aunque sólo te hayamos visto una sola vez, pásalo bien, disfruta de las personas que tienes la oportunidad de conocer hoy.
¿Están list@s para presentarse en un grupo, con confianza y seguridad?
