Estamos frente a una de las crisis sanitarias más grandes que se hayan vivido. Pero según Neurocompany, también es oportunidad para crecer Lee este aporte hoy, en Meetwork.
Para lograr mantenernos sanos y no propagar aún más éste virus estamos confinados a estar en nuestras casas y solamente podemos salir para lo estrictamente necesario.
A lo largo de estos días que llevamos en casa hemos escuchado todo tipo de comentarios, siendo un alto porcentaje de estos de queja, pesimismo, agobio y tristeza, lo cual puede ser comprensible.
Sin embargo, desde NeuroCompany, gracias a la formación y experiencia que hemos adquirido y a nuestra misión de aportar en positivo, queremos dejaros en éste artículo una reflexión para ésta época.
Como bien lo dijo Ramón y Cajal, “Todo ser humano si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
Es así como la neurociencia cada vez nos acerca más a este concepto.
Por ello durante ésta época que estamos viviendo tú puedes hacer que tu cerebro sea tu mejor amigo o tu peor enemigo y con seguridad estarás diciéndote, “yo ante todo quiero que sea mi amigo”.
Pues bien, para que eso ocurra, es indispensable cuidar el alimento que estás dispuesto a darle y no solamente nos referimos a la comida como tal, sino a aspectos como, ¿con qué tipo de pensamientos te estás alimentando?
Aquí es importante saber que un pensamiento trae consigo pensamientos similares y cada vez de mayor magnitud.
Si no lo sabes reconducir, puedes entrar en un estado de desolación, frustración, tristeza e incluso depresión.
Cuando menos te das cuenta llegan los recuerdos que activan en ti el miedo y la incapacidad para superar los obstáculos.
Por lo tanto, procura tener pensamientos que te animen, que te permitan motivarte e ilusionarte.
Y porque no, hacer un plan de acción para lograr algún proyecto olvidado.
Somos bioquímica y está directamente relacionada con el estado anímico que vivimos.
La buena noticia, es que tenemos en nuestras manos el poder de modificarla.
Por ello, cuando sientas que no estás de buen ánimo o que te sientes “raro”, busca activar en ti neurotransmisores como las endorfinas a través del ejercicio físico o del buen humor.
Otro neurotransmisor que puede ayudarte es la dopamina.
Éste lo puedes activar a través de la música, fotos o recuerdos que te conecten con la alegría, la serenidad o el amor.
Por último, aunque menos conocido, está el neurotransmisor Gaba.
Lo puedes activar a través de la conexión que puedas tener con tu creencias religiosas o vida espiritual.
Como verás, tenemos en nuestra manos, muchos hábitos que podemos implementar a lo largo de este confinamiento.
Vale la pena recordar que éste se logra a través de la repetición diaria de una acción por un tiempo prolongado.
Daniel Goleman comenta en su libro “El Cerebro y la Inteligencia Emocional: Nuevos descubrimientos”:
Serán nuevos hábitos cuando se logre crear una ruta neuronal más profunda que la ruta neuronal del hábito que queremos cambiar.
Con todo lo anterior, podemos decir, que tienes frente a ti una oportunidad para crecer, para coger fuerzas y prepararte, incluso con el Coronavirus allí fuera.
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