Vivimos en una época única a nivel de internacionalización y oportunidades. La economía global moderna se encuentra en un estado de dinamismo estimulado por los eventos a gran escala de los últimos años, lo que hace que capitales internacionales fluyan a nuevos mercados emergentes.
Estas oportunidades que hoy se presentan en regiones emergentes como África y el Medio Oriente no son exclusivas a los grandes compañias que todos conocemos. El empresario a menor escala está accediendo a estas oportunidades de igual forma. Sólo hay que saber dónde y cómo mirar.
Enrique I. Bosch, profesional de confianza asociado al Club de empresarios Meetwork, dirige una consultora en Dubai especializada en desarrollo de negocio en Middle East y Africa. Es profesor de ICEX y Embajador de la Oficina Real del Jeque Maktoum.
Hoy, de la mano de Enrique, decidimos compartir nuestros insights sobre la internacionalización y oportunidades en África y el Medio Oriente para nuestros empresarios en España y Latinoamérica.
Cuando exploramos los mercados en África, debemos entender que estamos frente a una amalgama cultural muy compleja, donde decenas de pueblos diferentes se agrupan en sociedades nacionales pluriculturales. Nos encontramos con países musulmanes y católicos, por lo que cada caso requerirá nuestro estudio.
La cultura empresarial de los países de África tiene en común una desconfianza generalizada con el inversor extranjero que requiere encuentros en persona y la elaboración de un clima amistoso.
El estilo de negocios puede ser cortoplacista. Es decir, muchos proyectos a largo plazo puede que no vean la luz del día aunque se demuestre interés inicialmente. Pero, al contrario, los negocios con una proyección más inmediata son abordados con mayor seriedad.
Cuando vamos a los países de Medio Oriente, debemos entender y aceptar el estilo comunicacional y la toma de decisiones común dentro del tejido empresarial local. En comparación a lo que estamos acostumbrados en espacios de negocio hispanos, en este entorno el proceso de toma de decisiones suele ser más largo y la imposición de condiciones nos puede parecer dura. Recomendamos mucha paciencia.
En Medio Oriente, inclusive en los países más ricos y experimentados con la inversión extranjera, se puede notar una marcada preferencia por hacer negocios con conocidos, algunas veces siendo esto obligatorio por motivos sociales o legales.
De vuelta a la comunicación, existe una tendencia que les hace hablar en términos más vagos que el estilo occidental y con metáforas. Por eso, ser claro es idóneo. A esto se suma una aversión generalizada a los encuentros virtuales, ya que lo prefieren todo en persona y cara a cara.
Finalmente, debemos dejar claro que el respeto a la religión y tradiciones es fundamental, un componente céntrico en las interacciones y relaciones. Existe una expectativa de que los empresarios extranjeros respeten todo lo que esto involucra.
Es esencial que exista conciencia de los riesgos y retos únicos de invertir en estas regiones, tanto en África como en el Medio Oriente por igual. Ricos en oportunidades, tenemos que tener en cuenta que estos mercados poseen riesgos en cuanto a las divisas y cobros, riesgos operacionales, jurídicos y fiscales, así como geopolíticos y físicos.
La inseguridad es una constante válida tanto para Medio Oriente como África pero, dependiendo del país, encontraremos diferentes variables.
Los países ricos de Medio Oriente, como Arabia Saudí, Emiratos y Qatar, ofrecen mayor seguridad juridica a los empresarios pero también tienen mayores barreras de entrada.
En África, el estado de las instituciones públicas puede dar pie a problemas de permisos, contractuales y jurídicos. Por ello, nunca hay que dar nada por hecho aunque exista un contrato firmado. Tenemos que tener presente la probabilidad de corrupción, lo cuál hace menos efectivas a las instituciones y les resta poder para respetar y hacer funcionar los contratos.
El riesgo político en África es mayor en comparación a los países ricos de Medio Oriente pero similar al de los mercados emergentes de esta región al este. Es importante estudiar el estado geopolítico y social de un país, sea del continente que sea, para que podamos formar una opinión de los potenciales riesgos que puedan afectar a nuestra inversión a mediano y largo plazo.
En Medio Oriente, las oportunidades están influenciadas por la situación geopolítica, por lo que pueden ser tan dinámicas como complejas. Los países ricos de la región difieren radicalmente en sus necesidades económicas cuando los comparamos con los países en el otro extremo de la balanza. Esto no se debe a la falta de recursos sino a las secuelas de conflictos bélicos en el pasado.
Podemos encontrar sectores en rápida expansión, ricos en oportunidades, como IT, logística, salud, construcción, finanzas, estrategia empresarial (servicios profesionales generalizados), turismo y defensa.
Por otro lado, África ofrece un ámplio abanico de oportunidades en mercados emergentes, lo que permite una entrada temprana en diversos sectores como energía, construcción e infrastructura, así como salud, IT y turismo.
África y el Medio Oriente son regiones que cada vez reciben más atención por parte del mundo entero. El potencial a mediano y largo plazo de estos mercados es incalculable, sea por recurso humano en África (pensar en todas las startups de software que están emergiendo en países africanos) como por recursos naturales y financieros en Medio Oriente.
Sería una gran pena que empresarios en países europeos cercanos, en los que existe la infraestructura necesaria para la inversión, no se involucraran de forma masiva durante la próxima década, la cual probablemente será decisiva para el desarrollo económico, social y tecnológico de ambas regiones.
Existe un gran impulso público y privado para lograr esta inyección de capitales extranjeros de forma constructiva y favorable para todas las partes. La Unión Europea tiene una posición privilegiada para la colaboración en estos países, tanto los ricos como los que se encuentran en vías de desarrollo. De igual forma, empresarios en Latinoamérica cuentan con los vínculos, las instituciones y los recursos para participar en este cúmulo de oportunidades.
Muchos desean comenzar el camino pero el desconocimiebti de los mercados genera miedo a dar el paso no intentes hacerlo solo apoyate en profesionales de confianza esa es la clave.
Hoy es el momento de empezar con proyectos de inversión para ayudar a crear crecimiento y riqueza. Está en nuestras manos… luego será tarde.
