¿Quién tuvo la reflexión hace unos pocos días, que hoy íbamos a estar confinados en nuestras casas por una pandemia (COVID-19)?
Es momento de reflexionar. Nuestra generación nunca había pasado por una situación de crisis sanitaria de este tipo.
Era inconcebible pensar que a nosotros nos podía pasar esto, claro que no es normal. Es increíble que a esta altura de la historia de la humanidad con todos los adelantos científicos y técnicos de este siglo podríamos sufrir una pandemia ¿y que el gobierno decretase el estado de alarma?.
No se nos pasaba por la cabeza. Pero quizá es el momento de inflexión. Quizá después de este gran palo cambiemos, quizás cambie algo.
Nuestras organizaciones contribuyen de forma masiva a agotar los recursos naturales de nuestro planeta, a contaminar nuestros suelos, las reservas de agua a destruir ecosistemas y hasta a cambiar nuestro clima.
Creo que es posible transformar o crear las organizaciones más responsables con nuestro entorno y que nos permitan explotar al máximo nuestro potencial humano.
Porque al final de cuenta, ¿no veis? Todos somos iguales, no hay distinción de razas, de colores, ni de apellidos.
Hoy todos dependemos de todos de nuestra responsabilidad de nuestro compromiso social, de nuestro compromiso con el prójimo, muchas veces banalizado hasta la burla inconsciente.
La historia nos dice que cada vez que el ser humano ha llegado a un nuevo estado de conciencia ha creado una nueva forma de colaborar, un nuevo modelo de organización.
¿Estamos ante la posibilidad de crear un nuevo paradigma?… Esa es mi reflexión.
Parte de mi locura de cambiar las organizaciones tiene su fundamento en muchos libros leídos, en la propia historia y en mi propia enseñanza de vida.
La creatividad del ser humano es infinita. Cada transición a un nuevo estado de conciencia ha dado lugar a una nueva era de la historia.
¿Y si estamos ante una nueva era? Yo creo que sí.
Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse y ahora las necesitamos más que nunca.
Con cada transición todo cambió. Por ejemplo, dentro de la economía, que pasó de la recolección a la horticultura de la horticultura a la agricultura y de ahí a la industrialización.
¿Y en las comunicaciones?
Hace miles de años empezamos con la comunicación primitiva, pinturas rupestres, jeroglíficos, señales de humo, paloma mensajera, servicio postal, heliógrafo, papel, imprenta (1452, con el primer impreso de la historia siendo la Biblia de Gutenberg).
He luchado durante años y he creado mi propio proyecto de redes de empresas basado en la economía colaborativa, basado en el Networking.
Nosotros creemos que en meetwork hacemos meetworking porque nos centramos en las personas y en sus objetivos de empresa.
Un proyecto que tiene como misión unir personas con los mismos valores como ayuda de equipo y de compromiso.
Creando diferentes tipos de encuentros y de eventos diferentes.
Y que puedan aportar conocimientos, experiencias y aprendan a confiar para ayudarse a sacar sus proyectos y empresas adelante.
Muchos me creyeron, otros me trataron de ingenua y me dijeron esto no es así, que la gente es como es y no va a cambiar, otros me dijeron soñadora pero hoy vamos con más fuerza que nunca, con más de cien emprendedores y empresas asociadas por valores en el Club meetwork, un club de empresarios, orgulloso de sus valores en el cual se ayudan a llegar a sus objetivos con referencias de calidad.
Hoy más que nunca creo que es la única forma de salir adelante, apoyándonos conteniéndonos y creando juntos una nueva forma de organización basada en el networking online, acompañados y aprendiendo de las nuevas tecnologías.
No nos podremos tocar con las manos pero si con el corazón. Y entre todos resistiremos hasta llegar a nuestro nuevo estadio fortalecidos y más fuertes que nunca.
Reflexión: «Juntos encontraremos la mejor forma de salir adelante, de las grandes crisis surgen las nuevas oportunidades»
